Los desafíos de La Libertad Avanza en el Congreso y los lugares clave de poder que podría disputarle el peronismo
En el Senado, el espacio de Javier Milei tendrá solo siete representantes. En Diputados ocuparán 38 bancas y apuestan a una alianza con parte de Juntos por el Cambio. Las ventajas de Unión por la Patria
El Congreso de la Nación tendrá un fuerte protagonismo durante los primeros años del gobierno de Javier Milei. Su intención es mandar un paquete de leyes al Parlamento para avanzar con las reformas prioritarias para su gobierno.
Pero además de los conflictos que puede generar las medidas que busca implementar, la administración de La Libertad Avanza enfrenta una fuerte debilidad parlamentaria que no solo podría hacer caer varios de sus proyectos sino que, además, podría perder lugares estratégicos en el Congreso de la Nación.
El próximo 6 de diciembre se realizará la jura de los legisladores que empezarán su gestión el domingo 10 de diciembre cuando asuma la fórmula presidencial. A partir de ese momento empezará un corto plazo en el Parlamento para elegir las autoridades de las Cámaras, y acá es donde enfrentará el primer conflicto.
En el Senado de la Nación la presidencia estará a cargo de Victoria Villarruel, traspaso que comenzó ayer con Cristina Kirchner. Pero el puesto crucial será el de presidente provisional, tema que no estuvo incluido en la charla entre las dos mujeres.
El cargo es de vital importancia, no sólo porque es quien suplantará a Villarruel en las sesiones, sino porque quien lo ocupe quedará primero en la línea sucesoria en el caso de que el Presidente y Vicepresidente de la Nación estén impedidos de ejercer el mandato.
Aunque por uso y costumbre el cargo queda para el oficialismo por estar en la línea sucesoria, quien lo ocupe es elegido por votación de sus pares, por lo que el que tenga el mayor número de votos es quien corre con ventaja.
La Libertad Avanza tendrá un bloque de 7 senadores, totalmente marginal si se tiene en cuenta el peso que tendrá Unión por la Patria con 34 legisladores propios. Tampoco podría hacer frente a una votación “mano a mano” contra el peronismo si suma a la totalidad de Juntos por el Cambio (24 senadores), por lo que existe la posibilidad de que el peronismo se quede con ese lugar.
Esa posibilidad hoy es un rumor que recorre los pasillos del Palacio Legislativo. “El peronismo tiene el número y LLA no tiene legisladores de peso y experiencia por lo que van a tener que tejer alianzas con Juntos por el Cambio y los partidos provinciales -8 senadores más- para poder bloquear cualquier intento”, explicó a Infobae un senador que el 10 de diciembre abandona el Palacio.
En Unión por la Patria se desentienden del tema y sólo sonríen frente a la pregunta porque entienden que están en una situación de poder en la Cámara alta. Hoy se realizó una reunión de bloque ya que la mayoría de los legisladores se encuentran en Buenos Aires y el tema sobrevoló en el encuentro donde ya se empiezan a diagramar las estrategias parlamentarias para después del 10 de diciembre.
Pero no solo la presidencia suplente del Senado está en juego. En Diputados también hay que elegir a las autoridades y no sólo que también es por voto de los legisladores sino que, además, está en la línea de sucesión presidencial detrás de las autoridades del Senado.
Al igual que en el Senado, es costumbre que ese lugar lo ocupe el oficialismo -como sucedió en la gestión Cambiemos con Emilio Monzó– pero no todos los legisladores de UxP piensan de esa forma. “La composición de las cámaras se definió el 22 de octubre, por lo que la presidencia de Diputados le corresponde a la primera minoría, que en este caso es Unión por la Patria”, disparó el diputado massista Carlos Selva. Se prendieron las luces de alerta en el PRO y en la LLA.
El presidente del bloque de UxP, Germán Martínez, se refirió al tema: “Hay casi tantos candidatos a presidente de la Cámara como diputados tiene La Libertad Avanza. Eso se empezará a ordenar y de acuerdo al diputado que elija para presidir el bloque seguirán tejiendo los acuerdos necesarios”.
Para los próximos dos años, el bloque de LLA en la Cámara baja es de 38 diputados, mientras que los de UxP suman 103. Aunque el grupo que responde a Milei incluye a los diputados del PRO, lograría apenas 81.
La única forma de imponerse es que obtenga todos los votos de lo que supo ser Juntos por el Cambio a la hora de proponer un candidato y así sumar un total de 130 votos, pero tendrá sus costos las negociaciones y todos miran a las comisiones más importantes como moneda de cambio.
Antecedentes
Hay un antecedente respecto a esto que se dio por única vez en estos 40 años de democracia y que es traído a las conversaciones que se están dando hoy en los despachos del Congreso y en las mesas del bar del Hotel Savoy.
Luego de la renuncia como Vicepresidente de Carlos “Chacho” Álvarez en octubre de 2000 -por un caso de pago de coimas en el Senado para aprobar la reforma laboral que impulsó el Presidente de la Nación de ese momento Fernando De la Rúa– asumió el cargo en la Cámara alta el radical Mario Losada.
Losada estuvo solo un año, ya que a finales de noviembre de 2001 el bloque del peronismo eligió a Ramón Puerta como presidente provisional, lo que generó un escándalo en el recinto y el bloque de la Alianza acusó al peronismo de llevar adelante un “golpe institucional”.
Diez días más tarde, el 10 de diciembre, el PJ realizó la misma jugada e impuso a Eduardo Camaño al frente de la Cámara de Diputados. Con esas dos movidas parlamentarias, el peronismo quedaba directo en la línea sucesoria presidencial, algo que cobró cuerpo el 21 de diciembre de ese año cuando renunció Fernando De la Rúa a la presidencia.
La crisis de renuncias en el Ejecutivo decantó en que el peronismo designara en 11 días a Ramón Puerta, Adolfo Rodríguez Saá, Eduardo Camaño, y por último, a Eduardo Duhalde como Presidente de la Nación.
Aún no hay nada definido, pero el tema comienza a tomar relevancia. En 13 días juran los nuevos diputados y senadores y se tiene que elegir las autoridades de ambas cámaras, por lo que La Libertad Avanza deberá enfrentar en ese plazo la primera gran negociación parlamentaria antes de asumir en la Casa Rosada.