La renovación del Consejo de la Magistratura porteño, el primer impacto del resultado electoral
En las próximas horas se presentan los candidatos para el recambio de autoridades de la política y Jorge Macri quiere meter un pie en ese organismo. La decisión de Juan Manuel Olmos y el rol de Daniel Angelici. Los dilemas de Mauricio Macri
El batacazo electoral de este domingo de Sergio Massa, que deberá disputarse la Presidencia frente a Javier Milei en el balotaje del 19 de noviembre, ya tiene sus primeros coletazos en el rubro judicial-político de la ciudad de Buenos Aires: el recambio de autoridades en el Consejo de la Magistratura porteño, uno de los ámbitos de negociación del PRO, la UCR y el peronismo en el distrito que Jorge Macri está muy cerca de administrar después de quedar a centésimas de ganar en primera vuelta.
Este martes, los presidentes de bloque de la Legislatura porteña deberán presentar a los candidatos del sistema político para los tres lugares que quedarán disponibles a partir del recambio de autoridades en el órgano encargado de la selección y remoción de jueces de la Ciudad y de la administración de los recursos judiciales, entre otras facultades. La fijación del calendario no fue para nada casual: se consensuó entre las partes a la espera del resultado de las elecciones generales.
Como publicó Infobae a mediados de septiembre, Juan Manuel Olmos, el multifacético vicejefe de Gabinete, estaba pendiente de la performance de Massa para confirmar si se postulaba o no para volver al consejo, un lugar del que ya fue miembro, que conoce a la perfección y que monitoreó estos años desde Casa Rosada en sociedad con Daniel Angelici, el otro jugador de peso en la Justicia porteña.
Tras el triunfo de Massa, y las serias chances del candidato de Unión por la Patria de quedarse con la Presidencia, Olmos, que en el último año se transformó en un dirigente muy cercano al ministro de Economía, avisó que ahora apostará a todo o nada por la candidatura del funcionario. Y que nominará para el sillón del Consejo de la Magistratura a un hombre de su confianza que por estas horas terminaba de designar. Circuló el nombre de Mauro Riano.
Por el lado de Angelici, el ex presidente de Boca habría negociado con Olmos que él nominaría a una candidata mujer: se trata, según las fuentes, de Lorena Clienti, una abogada radical -también xeneize, como su referente-, de buenos vínculos con la Justicia.
Jorge Macri es, por caso, el tercer protagonista y quien concentra la mayor atención: el ministro de Gobierno está dispuesto a hacer valer su desembarco en la Ciudad y el resultado electoral de este domingo, que lo dejó en las puertas de la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta con casi el 50% de los votos que dispone la constitución local para imponerse en primera vuelta. Por estas horas, de hecho, en el comando de campaña de Leandro Santoro, en conversaciones con Massa, se analizaba la conveniencia de disputarle o no el balotaje al candidato del Juntos por el Cambio.
Después de las PASO, Macri limó asperezas con “El Tano”, que jugó en favor de Martín Lousteau y que sin embargo hizo saber que no movió ninguna influencia para que avancen las impugnaciones contra el ex intendente de Vicente López por su mudanza a la Ciudad. El ministro de Gobierno había avisado que quería empezar a poner un pie en la Justicia, en particular en el consejo, minado por la sociedad Angelici-Olmos. Y elevó el nivel de tensión interna cuando alertó puertas adentro que no estaba decidido a asegurar los acuerdos previos que Rodríguez Larreta realizó de palabra con el sector de Graciela Ocaña para darle un sillón en ese ámbito, en ese caso para el legislador Diego García Vilas.
La semana pasada, en la previa de la elección, el ex intendente de Vicente López terminó por confirmarle a Confianza Pública -el partido fundador por la ex ministra de Salud- que se quedaría con ese lugar para un dirigente de su confianza. Según trascendió, el candidato a jefe de Gobierno piensa en Manuel Izura, un colaborador judicial muy cercano que trabajó con Germán Garavano en el gobierno de Cambiemos. También se mencionaba por estas horas a Gavino Tapia, también de su riñón, cuyo nombre circuló de todos modos para ocupar un lugar en el Ejecutivo porteño frente a un eventual triunfo macrista.
Izura es un asesor avezado con fluidos vínculos judiciales. Y es también un viejo conocido de la Coalición Cívica: en el 2019, Elisa Carrió cuestionó al abogado por su asesoramiento letrado a un supuesto imputado por corrupción del kirchnerismo. En su momento, desde el ministerio de Justicia contestaron que el penalista, conocido en los pasillos de Comodoro Py, no tenía ningún impedimento legal para ejercer su profesión.
Según fuentes del PRO, a través de Garavano, el ex presidente Macri apuraba por estas horas el nombre de Martín Casares, otro ex funcionario ministerial de Cambiemos, como consejero suplente.
Golpeado por la debacle electoral de Juntos por el Cambio de este domingo en cabeza de Patricia Bullrich, el ex jefe de Estado quedó apuntado internamente por su rol en estos meses, primero por la interna entre la ex candidata y Rodríguez Larreta que Macri no supo ordenar como jefe partidario, y después por sus coqueteos con el candidato de La Libertad Avanza, que ahora buscará obtener un guiño del ex presidente de cara a la segunda vuelta del 19 de noviembre.
Macri delinea en ese sentido sus pasos a seguir en medio de una profunda reconfiguración del sistema político y de una casi segura defunción de la coalición opositora tal cual se la conoció hasta ahora.
En ese contexto, el ex presidente está pendiente además de la suerte de Boca en la final de la Copa Libertadores del próximo 4 de noviembre en el Maracaná de Río de Janeiro. Fuentes xeneizes remarcaron que el ex mandamás del club esperará por ese resultado futbolístico para lanzarse o no como candidato a vicepresidente en la lista de Andrés Ibarra, para tratar de desbancar a Juan Román Riquelme.
Macri espera también por el balotaje del 19 de noviembre, dos fines de semana después que la final del continente, por el íntimo vínculo entre Massa y Riquelme, que analizan asociarse para los comicios del club de diciembre próximo. El ex presidente sabe que cuando a la oposición le fue mal en las elecciones nacionales, también tropezó en Boca. Ya pasó en el 2019.