«La obra pública debe ser el gran motor del país», afirmó Fernández
Con 120 obras de infraestructura estratégicas para un desarrollo federal, como parte de las 5.000 obras en marcha en todo el país, el plan Argentina Grandepropone formular una guía de la inversión pública que permita consolidar un acuerdo económico y social, generar empleo y divisas, y modificar la matriz de oportunidades territoriales.
El presidente Alberto Fernández afirmó este lunes, al presentar el plan de obras «Argentina Grande», que su gestión es la de un «Estado presente que no deja en manos privadas lo que el Estado debe hacer», a la vez que ponderó que «la obra pública es un gran motor para generar trabajo».
En un acto en el Museo del Bicentenario de Casa Rosada, Fernández anunció, junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, siete obras de las 120 estratégicas de «Argentina Grande, el Plan de Obras Públicas para el Desarrollo de la Nación» que ya tiene 5.000 obras en ejecución.
Las palabras del Jefe de Estado, las de Katopodis y las de los gobernadores que participaron del acto hicieron eje en la construcción de una Argentina que se desarrolla a través de la obra pública y que lo hace de manera «federal».
«La obra pública debe ser un gran motor para llevar trabajo y desarrollo a todo el país», sostuvo.
Fernández destacó las obras puestas en marcha y distribuidas en todo el territorio nacional y subrayó: «Como porteño que soy me indignaba y pedía que confiaran en mí que soy el más federal de los porteños: acá están las pruebas».
El anuncio de este lunes contempla 120 emprendimientos estratégicos que fueron presentados como capaces de cambiar el perfil socioproductivo del país para los próximos 30 años y que se suman a los 5.000 que se desarrollan en la actualidad.
En su discurso, Fernández recordó que, al llegar a la Presidencia, en 2019, debió lidiar con lo que había quedado del sistema de Participación Público Privada que había inaugurado Gobierno de Cambiemos y que -calificó- como una «formidable estafa».
«Cuando los tiramos abajo y los licitamos como obra pública, nos ahorramos el 70 por ciento del valor inicial», indicó al respecto y agregó que un Estado «presente» no «deja en manos privadas aquello que el Estado debe hacer».
A renglón seguido, el mandatario señaló: «Es la diferencia que hay entre los unos y los otros, somos distintos, somos diferentes: Hemos llegado hasta aquí para que Argentina recupere la producción, el trabajo, la dignidad, la educación y la salud pública. No hemos llegado para postergar nada de eso», sostuvo.
La relación entre el desarrollo de la obra pública y su impacto en el crecimiento de la industria de la construcción también estuvo presente durante el acto.
El gobierno nacional exhibe por estos días un récord histórico en cantidad de trabajadores en ese rubro.
Además de recorrer la importancia de los emprendimientos anunciados, el Presidente apuntó contra los que «causaron la depresión» al país y, ahora, «vienen a contar» cuán deprimidos están los argentinos.
«En ese Estado de desconcierto, algunos repiten la frase de que la política son todos iguales, y no somos todos lo mismo: algunos creemos en una sociedad justa, igualitaria y soberana, y otros creen en una sociedad claudicante que tiene amparo sólo para una mitad de Argentina y deja a su tuerta a la otra mitad».