La inflación baja rápido pero la economía crece lento: una pipa, la forma que finalmente tomó la reactivación
El Gobierno dejó atrás el fantasma de la depresión tras el fuerte ajuste y el dólar planchado, pero tampoco se cumplió la recuperación en “V”. La apuesta a 2025 y los rubros que siguen en “serrucho”
El entusiasmo que despertó el dato de inflación del mes pasado, por debajo incluso de las proyecciones más positivas que indicaban 2,5%, no tiene aún un correlato igual de contundente en las expectativas de recuperación económica. El consenso de economistas y analistas del mercado ya no discute si lo peor de la recesión quedó atrás sino tampoco que, como dice el Presidente, la recesión ya terminó. Sobre lo que sí quedan dudas, sin embargo, es sobre la vigorosidad de esa reactivación. En cualquier caso, se descartan los extremos.
Por imperio de las estadísticas oficiales, quedó ya descartada la idea de una recuperación en “V”, es decir, una caída abrupta y una recuperación igual de vertiginosa. También parece despejado el temor a la “L”, sobre que incluso el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, advirtió. Es que el tercer trimestre del año promedió una reacción de 3,4% y ahuyentó los peores fantasmas.
Así, la salida de la recesión reproduce el esquema de las últimas cuatro recesiones que atravesó la economía, excluyendo el colapso y rebote de 2020. Un ciclo de seis meses hasta alcanzar el piso de la caída (de septiembre/octubre a marzo/abril) y un periódo de suba que se insinúa en mayo pero cobra fuerza recién a partir de julio. Los primeros datos de octubre, en tanto, son mixtos. Todo indica que la recuperación tiene, finalmente, forma de pipa.
Es lo que opina, por ejemplo, el economista fundador de Equilibra, Martín Rapetti. “Se parece más a una pipa que a otra forma” dijo.
En esa línea, el dato publicado ayer por el INDEC respecto de la utilización de la capacidad instalada, un indicador que permite medir el nivel de actividad de las fábricas en la industria de acuerdo al uso de su maquinaria y medios de producción, aportó una noticia positiva. Por cuarto mes consecutivo, subió ese índice en octubre y se ubicó en 63,2%, lo que implica un incremento de 0,8 puntos frente a septiembre y de 8,7 puntos frente al mínimo de junio. Sin embargo, se mantiene todavía por debajo de las mediciones del año pasado. Para ese mes de 2023, por caso, el índice estaba en 65,3 por ciento.
Pero al interior de la estadística, hay un dato interesante. En septiembre, el único rubro que superó el nivel del mismo mes del año pasado era, además del sector petrolero, el de alimentos y bebidas. Al mes siguiente, en cambio, se sumaron otros. Por caso, la industria automotriz, con una leve suba de 0,2% respecto del año pasado, edición e impresión, con una diferencia de 1,4 puntos, además de alimentos, que mejoró 10 puntos y el previsible rubro de refinación de petróleo, también casi 10 puntos por encima del año pasado.
Paradójicamente, el crecimiento de la industria en octubre, según el INDEC, se retrajo 0,8% respecto a septiembre y 2% en comparación con octubre del año pasado. Con todo, las estimaciones privadas para el nivel general de actividad en el mes son levemente positivas. El anticipo de actividad económica de Equilibra arroja una tenue suba de 0,5% mensual y una caída de 1% interanual mientras que el índice general de actividad (IGA) de la consultora de Orlando Ferreres (OJF) registró la misma tendencia: un alza de 0,2% respecto al mes anterior pero una caída de apenas 0,3% contra el año pasado.
Para noviembre, los datos son todavía muy preliminares. Por caso, aumentó la producción automotriz en la medición mensual, +2,4%, marcando el mes del año en que más autos se produjeron. En tanto, los despachos de cementos informados por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP) para el mes pasado, un proxy del nivel de actividad del sector, tuvo un crecimiento mensual desestacionalizado fue del 1,6% respecto de octubre.
Desde el Gobierno aseguran que las pautas iniciales previstas, por caso incluídas en el Presupuesto 2025 nunca tratado en el Congreso, serán mejores. En ese texto, se asumía una caída de la actividad económica de 3,5% para este año pero ahora el ministro de Economía, Luis Caputo, recorta esa previsión a menos del 3 por ciento. Coinciden con el funcionario desde el sector privado. Sin embargo, los datos siguen mostrando altibajos y mucha heterogeneidad entre sectores. Para el próximo año, el objetivo concreto es la recuperación firme y transversal a toda la economía, incluyendo al consumo, el rubro más complicado desde el cambio de modelo económico