Javier Milei mostró cómo avanza la construcción de los caniles en la Quinta de Olivos: “Ya pronto mis hijitos vendrán a vivir conmigo”
El Presidente publicó imágenes de las jaulas para perros que están montando la residencia. El mandatario se mudó a ese lugar recién esta semana, casi un mes después de asumir
El presidente de la Nación, Javier Milei, compartió esta mañana imágenes de la construcción de los caniles para que sus perros vivan junto a él en la Quinta de Olivos.
Uno de los motivos de la tardanza por la cual el jefe de Estado no se mudaba a la residencia presidencial era la construcción de un sector para sus “hijos de cuatro patas”, tal cual los llama el líder de La Libertad Avanza. Vale recordar que la dilatada estadía del primer mandatario en el Hotel Libertador se debía a la espera del acondicionamiento de la vivienda oficial para sus perros.
En las imágenes publicadas en la cuenta oficial de X se ve a dos hombres trabajar en el montaje de unas jaulas metálicas separadas entre sí. El motivo de tal división es el difícil carácter de estos animales, que dificultan su convivencia en un mismo espacio.
“Afortunadamente estamos avanzando en la construcción de los caniles… ya pronto mis HIJITOS vendrán a vivir a la Quinta de Olivos conmigo”, tuiteó Milei.
Una de las reformas que se hicieron en la residencia fue en la caballeriza que se encontraba en desuso desde la época de Carlos Menem, que era un fanático de los equinos y tenía pensado criar allí varios ejemplares.
Milei ordenó que en ese sitio se construyeran los caniles en donde estarán sus perros, que son agresivos y no pueden tener contacto entre ellos, debido a que durante la pandemia perdieron la sociabilidad.
Además, el Presidente reveló durante una entrevista radial el motivo por el cual sus perros no estaban hasta el momento conviviendo con él.”Lo que pasa es no se pueden mudar mis hijitos porque los mastines son muy grandes. Milton (uno de los perros) mide dos metros (parado) en dos patas y pesa 100 kilos, y la casa para que estén no es una construcción muy fuerte”, describió el presidente.
Y agregó: “Los materiales que se necesitan para reforzar los caniles son importados y estoy esperando que lleguen; no quiero ningún privilegio”.
Milei siempre destacó públicamente su amor por los cinco perros de su vida. Conan, el mastín inglés que siempre lo acompañó hasta 2017, año en que murió, y sus cuatro animales actuales, copias clonadas de su antiguo compañero.
Al conocer los resultados de los comicios, del 13 de agosto, el líder de La Libertad Avanza (LLA) festejó la victoria junto a sus militantes en su búnker ubicado en el porteño Hotel Libertador. Y en el final de su discurso afirmó: “Les quiero dar las gracias, aunque nos les guste a los periodistas roñosos, a mis hijos de cuatro patas: Conan, Murray, Milton, a Robert y a Lucas”.
Y si bien no los nombró, el 19 de noviembre último, cuando finalmente fue consagrado por las urnas como presidente, volvió a poner a “sus hijos” como protagonistas el 10 de diciembre al asumir su mandato, cuando se reveló que había dispuesto grabar sus caras en el mismísimo bastón presidencial que mostró en forma risueña a la vicepresidenta saliente, Cristina Kirchner, durante la sesión especial en el Congreso Nacional.
El primer perro de Javier Milei fue Conan, que falleció en 2017 tras varios años de convivencia con el economista y ahora primer mandatario argentino.
Años atrás, en una entrevista demostró el amor que tenía por ese animal: “Cuando me quedé sin trabajo y contaba con el dinero de la indemnización, saqué la cuenta de cuánto tiempo iba a tardar en encontrar empleo. En ese contexto establecí ciertas restricciones: el paseo de Conan no se tocaba y la calidad de su comida tampoco”.
Cuando tuvo sus cuatro perros nuevos, Mieli los nombró Murray, Milton, Robert y Lucas, como los reconocidos economistas Milton Friedman, Murray Rothbard y Robert Lucas. “Los trato como si fueran de mi familia. Cuál es el problema que tenga tanto afecto por mis perros”, aseguró públicamente durante la campaña presidencial y enfatizó que siempre da prioridad a la salud y alimentación de ellos. “Gasto una bolsa de 15 kilos cada tres días. Lo debito, no le doy pelota. La de ellos es sagrada, ni me fijo”, había dicho.