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Hecker: «El Banco Nación tiene que ser el actor fundamental en el proceso de inclusión financiera»

El presidente del Banco Nación destacó que, pese a la pandemia, se otorgaron más de $ 350.000 millones en créditos al sector productivo, y adelantó que se está haciendo una fuerte inversión en tecnología para modernizar procedimientos y competir con la banca privada y las fintech.

Eduardo Hecker hizo el balance de su primer año y medio de gestión

 

El presidente del Banco Nación (BNA), Eduardo Hecker, destacó que, pese a la pandemia, se otorgaron más de $ 350.000 millones en créditos al sector productivo, y aseguró que el desafío de la entidad es «ser el actor fundamental en el proceso de inclusión financiera», al hacer un balance del año y medio de su gestión.

En diálogo con Télam, Hecker destacó el trabajo de recuperación patrimonial para asistir a las empresas tanto en la crisis como en sus proyectos de inversión, y adelantó que se está haciendo una fuerte inversión en tecnología para modernizar procedimientos y competir con la banca privada y las fintech.

A continuación, los principales tramos de la entrevista:

Télam: ¿Qué evaluación hace de su gestión en medio de la pandemia?

Eduardo Hercker: Es importante entender que la pandemia no operó sobre un ciclo exitoso, sino sobre una grave crisis en la Argentina y con problemas muy importantes en el Banco Nación. Cuando arrancamos a fines de 2019 la política era recuperar el Banco en términos de créditos para la pyme, un segmento en el que estaba totalmente ausente. La tasa a la que se le prestaba a las pymes era del 74%. Hoy es del 34%. Fue un año muy intenso, en el que se sometió a prueba al Banco porque no existía un manual de conducción en pandemia y los desafíos se siguen presentando de forma urgente e imprevista. El operativo de pago del IFE, por ejemplo, hizo que en tres semanas bancarizáramos a 1,3 millón de personas para que pudieran acceder al dinero. También hubo aprendizajes y avances muy importantes desde lo tecnológico y operativo. Para un banco con una estructura muy fuertemente arraigada en lo presencial pudimos adaptar mecanismos y tener lanzamientos, como la billetera digital BNA+, que aceleraron un proceso que nos impusimos y que la sociedad nos demandaba que hiciéramos.

T: ¿Qué nivel de otorgamiento de créditos tuvieron?

EH: El año pasado el Nación aportó créditos por $ 250.000 millones, la mayor parte para la producción y las pymes, y en los primeros cuatro meses de 2021 otros $ 100.000 millones. Esto va a seguir creciendo de manera potente a lo largo del año y tenemos la espalda patrimonial para hacerlo. Cuando llegamos en diciembre de 2019 el patrimonio neto del Banco era casi poco más de la mitad del de diciembre de 2015 y el año pasado, en medio de una pandemia, recuperamos buena parte de lo perdido y lo usamos para volcarlo en oferta crediticia e impulsar la recuperación productiva. Hay sectores, sobre todo de la industria manufacturera, que están superando niveles de 2019 y eso se traslada a demanda de créditos en inversiones.

T: ¿En qué líneas están pensando?

EH: Estamos trabajando en una línea de crédito a la industria naval, para financiar grandes emprendimientos que Argentina hace tiempo desenfocó, como hacer barcos. Es un aporte sustantivo a la recuperación de la navegación, el traslado de mercaderías y al empleo. La orientación del Nación es asistir a las pymes y grandes empresas para el capital de trabajo y crédito a corto plazo, pero también avanzar en la inversión y pensar a largo plazo.

T: Mencionó avances en tecnología e inclusión financiera. ¿En qué están trabajando?

EH: La inclusión financiera es un desafío muy grande que está en el centro de nuestras preocupaciones. La demostración de que esto se ve en el desarrollo de las fintech, que en muchos casos ofrecen acceso a servicios pero con limitaciones y costos altísimos. El BNA tiene que ser el actor fundamental en el proceso de inclusión financiera y, para eso, usar todos los instrumentos. Estamos haciendo una gran inversión en tecnología. Desarrollamos la billetera BNA+ y demostró ser un instrumento importante, que crece, tiene mucha aceptación y es muy competitiva en comparación a otros desarrollos de bancos privados. Aún así, lo que nos motiva no es la competencia, sino que más gente pueda acceder a los beneficios de disfrutar de descuentos y de ser clientes plenos con todos los derechos de un banco. Por eso es que no estamos pensando en grandes centros urbanos y compras en shoppings, sino en llegar a gente que en sus pueblos necesita de instrumentos para comprar, vender y transferirse dinero. De hecho, registramos operaciones con BNA+ en la Antártida y estamos trabajando con el Ministerio de Cultura para hacer tutoriales en lengua nativa para comunidades de pueblos originarios que hoy operan con BNA+ y venden sus productos o reciben subsidios a través del celular, algo imposible de pensar hace un año.

T: ¿Qué evaluación hace de Transferencias 3.0?

EH: Es un proceso que está avanzando. Necesitamos que el cronograma de interoperavilidad de los códigos QR se cumpla y que se acelere para que Transferencias 3.0 sea exitoso. La realidad es que, durante muchos años, los bancos tuvieron un gran negocio de clientes cautivos. Con la aparición de las fintech, que empezaron a operar con gente débil o nada bancarizadas, los bancos empezaron a mirar un poco más preocupados y hoy ambos compiten en el mismo sector. Está bien esta competencia, que es sana e importante porque si se mejoran las condiciones de los usuarios de servicios financieros y esa competencia permite bajar los costos por el uso de terminales de cobro a un comercio es muy bueno.

Nosotros vamos a competir en ese terreno. El Banco inició un proceso muy fuerte para llegar a un número muy grande de comercios de proximidad, ferias y cooperativas. Nuestro objetivo es, en unos años, llegar a 500.000 comercios.