El régimen de Nicaragua retiró a su embajador en Argentina por llegada de Javier Milei al poder
El régimen de Nicaragua anunció este lunes el retiro de su embajador en Argentina, Carlos Midence, ante “reiteradas declaraciones” contra el gobierno de Daniel Ortega por parte del presidente electo argentino, Javier Milei.
“Frente a reiteradas declaraciones y expresiones de los nuevos gobernantes, el Gobierno (…) ha procedido a retirar a su Embajador, compañero escritor y comunicólogo, Carlos Midence”, dijo el canciller nicaragüense, Denis Moncada, en un breve comunicado divulgado por medios gubernamentales de Managua.
“El retiro se hace efectivo de forma inmediata”, antes de que asuma el nuevo mandatario ultraliberal argentino, el 10 de diciembre.
Funcionarios designados por Milei han sostenido que excluyeron en las invitaciones para la ceremonia de toma de posesión a Ortega, así como a los líderes de Cuba, Venezuela e Irán.
Milei además ha dicho que no promoverá “las relaciones con comunistas, ni con Cuba, ni con Venezuela ni con Corea del Norte ni con Nicaragua ni con China”.
La Oficina del presidente electo no invitó al acto oficial de investidura del domingo a Ortega, Miguel Díaz-Canel (Cuba), Nicolás Maduro (Venezuela) e Ebrahim Raisi (Irán), para evitar tener que saludar y compartir foto con gobernantes que violan sistemáticamente los derechos humanos en sus países y apoyan a organizaciones terroristas como Hamas y Hezbollah.
Estados Unidos y la Unión Europea mantienen sanciones contra el régimen de Managua, que ha cerrado más de 3.000 asociaciones, ONG y sindicatos tras las protestas de 2018. Cientos de críticos han sido detenidos, entre ellos varios aspirantes a desafiar a Ortega de cara a las elecciones presidenciales de 2021.
El pasado 20 de noviembre, Nicaragua felicitó por su triunfo a Milei, y al pueblo argentino “por su ejemplar y pacífica jornada electoral”, trasladándoles “deseos de bienestar”. En ese mensaje, suscrito por Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, la pareja presidencial aseguraron ser “defensores de los principios de no intervención, respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos”.
El exembajador de Nicaragua ante la OEA Arturo McFields, quien se rebeló contra el régimen de Ortega con un duro e inesperado alegato en el que denunció la “dictadura” de su país y exigió la liberación de los presos políticos, había dicho que con el triunfo de Milei “se rompe el poderoso bloque de izquierda latinoamericano” y es “un golpe para las dictaduras criminales de Cuba, Nicaragua y Venezuela”.