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El médico Eduardo López contrajo coronavirus y dijo que no tuvo miedo por estar vacunado

El asesor del Gobierno en la pandemia fue uno de los 25 trabajadores de la salud, entre médicos y enfermeros, que se contagiaron con la variante de Manaos, en medio de un brote que se sucedió a mediados de abril.

López contó en diálogo con Télam que «si bien no tuve miedo, me preocupaba cómo iba a evolucionar».

 

El asesor presidencial y médico infectólogo Eduardo López, uno de los 25 trabajadores afectados por un brote de coronavirus en el hospital de niños «Ricardo Gutiérrez», donde trabaja, dijo que haber sido inmunizado con las dos dosis de la vacuna Sputnik V les permitió a todos los contagiados transitar la enfermedad con «relativa tranquilidad».

El asesor del Gobierno en la pandemia fue uno de los 25 trabajadores de la salud, entre médicos y enfermeros de la Unidad 9 de Infectología de atención no Covid, que se contagiaron de coronavirus con la variante de Manaos, en medio de un brote que se sucedió a mediados de abril en el Hospital Gutiérrez.

“Sobre 24 vacunados con las dos dosis, la dosis actuó y es muy eficaz, por lo menos para la forma más grave de la enfermedad, que es lo más importante», recalcó a Télam el médico infectólogo, de 75 años.

Además, López recordó que la vacuna Sputnik V “tiene una eficacia entre el 90 y el 92 por ciento y del 100% en las formas graves o críticas del Covid-19”.

“Hicimos una evolución benigna y ninguno requirió internación. Ya estamos todos volviendo a trabajar”, agregó el médico.

“Hicimos una evolución benigna y ninguno requirió internación. Ya estamos todos volviendo a trabajar”

EDUARDO LÓPEZ

 

El brote en el hospital

El Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez activó el protocolo de seguridad el pasado 16 de abril, cuando una enfermera que había ido a trabajar con síntomas leves se convirtió en el primer caso positivo de una cadena de contagios que demandó 10 días controlar.

Intervino el área de Epidemiología y a la semana empezaron a aparecer más casos.

Se relevaron contrarreloj los contactos dentro del hospital, se desplegó una batería de medidas de control, se analizaron muestras y se determinó que el brote lo estaba causando la variante Manaos, de mayor transmisibilidad.

El protocolo funcionó y la cadena de contagios se cortó, ya que el 26 de abril no hubo más casos

El protocolo funcionó y la cadena de contagios se cortó, ya que el 26 de abril no hubo más casos y todos los integrantes del equipo de salud que se contagiaron tuvieron una buena evolución y ya están trabajando, confirmaron las autoridades del centro sanitario.

Asimismo, López contó a Télam que “después del primer caso positivo, en menos de cuatro días nos contagiamos entre 5 y 6 médicos” y lo adjudicó a la variante de Manaos, que fue la que los infectó, de la que dijo “tiene alta transmisibilidad y contagiosidad”.

Los contagios se produjeron pese a que en el hospital, aclaró el médico, “todos usamos barbijos, tratamos de mantener el distanciamiento y los ambientes están ventilados”.

En la Unidad 9 hay pacientes pediátricos que se encuentran inmunosuprimidos por sus patologías de base. Esto hace que sean considerados de alto riesgo en caso de contraer Covid 19. Sin embargo, ninguno de ellos se contagió.

“Esto muestra el cuidado que tiene el personal de salud con sus pacientes y, a la vez, lo rápido y bien que se siguieron los protocolos”, comentó López.

“Hicimos una evolución benigna y ninguno requirió internación”, informó López sobre los trabajadores del Hospital Gutiérrez.

“Hicimos una evolución benigna y ninguno requirió internación”, informó López sobre los trabajadores del Hospital Gutiérrez.

 

La salud de Eduardo López

Sobre sus síntomas, detalló que fiebre no tuvo, «solo congestión nasal, disfonía y dolor muscular». También perdió el olfato, aunque aclaró que ya lo recuperó, y «si bien no tuve miedo, me preocupaba cómo iba a evolucionar».

“Estudié mucho a la vacuna Sputnik V, creo que es una muy buena vacuna. Estaba confiado en la vacuna”, afirmó.

También destacó el acompañamiento que las autoridades sanitarias porteñas le brindaron a su familia, que felizmente ninguno se contagió, y contó: «Estuve con seguimiento telefónico de un médico de OSDE, el doctor Heredia, que me atendió muy bien”.

“Hicimos aislamiento, baños distintos, comimos en lugares distintos y dormimos en lugares distintos durante 10 días”, detalló.

Por último, el integrante del comité de asesores aseguró que “mejoramos el ritmo” y precisó que esta semana “la diferencia entre las dosis distribuidas por el Estado y las dosis aplicadas por las jurisdicciones bajó a un 15 por ciento. Mientras que semanas atrás estábamos en un 20% y lo ideal sería llegar a no más de un 5%”.