El gobierno de Cataluña inauguró su delegación en Buenos Aires
Fue en el marco de una gira del presidente, Pere Aragones, por Argentina, Uruguay, Chile y Colombia para extender lazos políticos, económicos y culturales
Como parte de su avanzada política para fortalecer sus vínculos internacionales, el gobierno de Cataluña inauguró este viernes su delegación en Buenos Aires, una de las cuatro que tendrá en América Latina, junto a México, Colombia y Brasil.
Fue una de las actividades centrales de la gira que el presidente catalán, Pere Aragones, realiza por Bogotá, Montevideo, Santiago de Chile y la capital argentina para estrechar lazos políticos, económicos y culturales mientras persigue su sueño de avanzar hacia la independencia catalana, un sueño que hoy parece en un callejón sin salida por la imposibilidad de llegar a un acuerdo para un nuevo referendo con el gobierno nacional español y por la propia crisis interna que disgregó al movimiento independista catalán y quebró a su coalición de gobierno. Así y todo, Aragonés no ocultó que aspira a que la delegación reinaugurada (había funcionado entre 2008 y 2011 cuando cerró por un ajuste presupuestario) sea la semilla de la futura embajada de un estado catalán independiente.
“Queremos contribuir a una nueva mirada europea sobre América Latina, no desde la antigua mirada con regusto colonial sino una mirada en términos de igualdad, de respeto y de buscar oprtunidades compartidas”, dijo a la prensa Aragones.
“Somos conscientes que Cataluña no es aún un estado independiente, que espero lo pueda ser cuanto antes, pero por ahora las relaciones de cooperación son mucho más fáciles con los gobiernos subnacionales, de las provincias”, admitió, tras haber firmado un convenio de cooperación con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que tiene su primer foco de intercambio en el desarrollo conjunto de la industria de los videojuegos y colaboración en la investiogación y desarrollo del hidrógeno verde, la última joja de la energía renovable.
Aragonés se reunió también con la jueza María Romilda Servini de Cubría que investiga los crímenes de lesa humanidad del franquismo, muchas de cuyas víctimas fueron catalanes, entre ellos el ex presidente catalán Lluis Companys. “Fue una reunión estimulante y nos parece fundamental que haya procesos judiciales de esta envergadura liderados por mujeres”, dijo, y reconoció la “diferencia fundamental” que es que Argentina haya juzgado a su dictadura y España, en cambio, haya “pactado con ella”.
Desde le momento más caliente del conflicto con el gobierno español que comenzó con el referendo independentista catalán de 2017, declarado ilegal por Madrid, y que derivó en el exilio del entonces presidente catalán Carles Puigdemont y la prisión de 9 de sus funcionarios, la situación ha desescalado bastante. A partir de la llegada de Pedro Sánchez al gobierno (con el apoyo de los independentistas catalanes) se estableció una mesa de diálogo, los funcionarios presos fueron indultados y se derogó el delito de sedición por el que se los había condendado.
Pero Aragones reconoce que todavía se esta “muy lejos” de llegar un acuerdo para su anhelo que es la realizción de un nuevo referendo aceptado por todas las partes. “El conflicto de fondo sobre soberanía sólo se puede resolver a través del diálogo, la negociación y de una votación en un referendo. Cataluña necesita una salida demoocrática”, insistió.
Por lo cierto es que si ha sido imposible acercar posiciones con el socialista Sánchez en La Moncloa, todo hace pensar que será aún más difícil si, como auguran las encuestas, el PP regresa el poder en las elecciones de este año. “El Partido Popular tiene posibilidades de ganar las elecciones españolas, pero en Cataluña sólo tiene 3 diputados de 135. En un territorio que es el 16% de la población del estado, el 20# de su PIB y el 25% de sus exportaciones. Por lo cual debe reflexionar si su actitud hostil es entendida por los catalanes. Está claro que no”, advirtió Aragones, en un indicio claro de lo complejo del camino que se avizora.