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El Gobierno amplió la edad límite para que los pilotos puedan realizar vuelos

La medida, dispuesta por la interventora de la ANAC, María Julia Cordero, responde a la necesidad de cubrir la creciente demanda del sector aeronáutico y optimizar los recursos humanos

El gobierno nacional dispuso la ampliación del límite de edad de jubilación para los pilotos. De acuerdo a la resolución firmada por la interventora de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), María Julia Cordero, los profesionales podrán realizar vuelos hasta los 66 años, en el caso de aeronaves que requieran la operación de un solo piloto, cuando antes era de 60. A su vez, Para las aeronaves que requieran dos pilotos, la edad máxima se amplía a 68 años, tres más de los 65 actuales.

La medida, según se informó, responde a la necesidad de cubrir la creciente demanda del sector aeronáutico y optimizar los recursos humanos, y es efectiva para los vuelos locales y para conexiones con otros países. La resolución establece que para las operaciones aéreas internacionales se deberán respetar las limitaciones de edad impuestas por la normativa vigente en el país de operación.

“La propuesta de flexibilizar la edad máxima de pilotos viene a receptar la tendencia que se observa en la normativa aeronáutica civil de diversos países, en las que se tiende a aumentar la edad límite para que el titular de una licencia de piloto ejerza sus atribuciones en operaciones de transporte aéreo comercial en vuelos nacionales e internacionales, ello en virtud que la edad se limita por las condiciones psico-físicas y demás requisitos de conocimientos, experiencia y pericia, exigidos por la Autoridad Aeronáutica”, se sostiene en la resolución publicada ayer en el Boletín Oficial.

“Sumado a lo anterior, los avances en la medicina en general, y la necesidad de contar con pilotos para hacer frente a la demanda creciente del mercado aeronáutico, deviene necesario revaluar la edad límite en que los titulares de la licencia de piloto puedan ejercer sus funciones”, se amplió en el texto.

Foto de archivo de un avión de Aerolíneas Argentinas. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni
Foto de archivo de un avión de Aerolíneas Argentinas. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

Conflicto y acuerdo

Esta modificación se hizo efectiva luego del conflicto entre el gobierno nacional y Aerolíneas Argentinas, que incluyó varias jornadas de paros y amenazas de privatización, y finalizó con un acuerdo entre el Ejecutivo y los sindicatos del sector, que contempla un aumento salarial del 16% para el período junio-noviembre, además de una serie de mejoras adicionales.

Los gremialistas, sin embargo, resignaron algunos beneficios y privilegios que incluían los convenios colectivos sobre pasajes, traslados, horas de descanso y tiempos de servicio, entre otros puntos.

Las actas rubricadas entre ambas partes fueron convalidadas el pasado 14 de noviembre en las asambleas de trabajadores de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA).

“Este fue un acuerdo que beneficia a Aeronavegantes y a Aerolíneas Argentinas, garantizando así el normal funcionamiento de la compañía y la tranquilidad de los usuarios para volar”, sostuvo Juan Pablo Brey, titular de la AAA, tras la asamblea realizada en la sede del gremio.

Según se informó, cada sindicato pactó mejoras en distintos adicionales. “Hay incrementales por productividad que es de donde los gremios toman su base de cálculo”, destacaron fuentes del sector al tanto del acuerdo. Así, los aeronavegantes, por ejemplo, lograron un alza en los viáticos diarios (de $17.000 a $50.000 en los vuelos de cabotaje y de $17.000 a $30.000 en los internacionales) y la instrumentación de otro adicional de hora extra que permitirá que se cobre más a partir de la hora 52 trabajada, cuando hasta ahora era a partir de las 57 horas (el promedio es de 60-70 horas de vuelo).

El sindicato que lidera Brey, al mismo tiempo, cedió en varios puntos del convenio mediante el compromiso por escrito de que aceptará discutir variantes sobre la movilidad a los aeropuertos (para bajar los gastos en remises de pilotos y tripulantes de cabina, que hoy le cuestan $1.000 millones por mes al Estado); la posibilidad de fusionar las áreas de cabotaje e internacional; accedió a que la hora de servicio se compute desde que el trabajador se presenta en el aeropuerto, cuando hasta hoy se empezaba a contar una hora antes; analizar la venta a bordo de los aviones (algo que existía en Aerolíneas) y resignar la zona de descanso en asientos tipo cama en algunos vuelos.

En el caso de los pilotos, firmaron un compromiso similar que incluye la renuncia a contar con pasajes en clase ejecutiva para ellos y sus familias (que representan alrededor de $20.000 millones al año), el replanteo de los asientos en la zona de descanso, el recorte de la hora de servicio y la rediscusión del servicio de remises para trasladarse desde y hacia los aeropuertos.

También se acordó paz social, al menos hasta marzo próximo. Se espera que las organizaciones gremiales no hagan protestas mientras dure el acuerdo.