El día después de Milei: reuniones con los íntimos en el hotel Libertador para evaluar la estrategia de acercamiento a Macri
Recibió a Karina, Francos y a Caputo en el búnker donde se encuentra hospedado desde el sábado. Entre pases de factura propios y planes de reordenamiento, piensan en quiénes son los mejores interlocutores de Juntos, pero esperan a que pase la tormenta en la fuerza opositora derrotada
El GPS de La Libertad Avanza aún está recalculando después de los resultados desmoralizadores que obtuvo Javier Milei anoche. Con muy pocas horas de sueño, el líder libertario amaneció muy temprano en su búnker del el hotel Libertador, donde pasó la noche, para volver insistir, esta vez por radio, con los evidentísimos guiños al macrismo que había empezado a deslizar desde anoche, en su discurso de cierre de la jornada electoral desde el escenario del primer piso del edificio.
El candidato presidencial se encuentra hoy en el mismo cuarto del piso 21 donde se hospeda desde el sábado y esperó el recuento provisorio ayer. Desde la mañana recibió a sus alfiles de mayor confianza: su hermana, Karina; el ex empresario y eventual ministro del Interior, Guillermo Francos; y el especialista en opinión pública, Santiago Caputo. “Estamos analizando, conversando, mirando lo que pasa. Primero tenemos que ordenarnos en esta nueva etapa, e iniciar muchas conversaciones. Comenzar a abrir nuestros equipos a gente de otros espacios que esté dispuesta a participar”, dijeron cerca suyo.
Hay una sensación de inminencia y apuro en las filas libertarias, que contrasta con los días posteriores a las PASO, cuando los tenían sin cuidado, al menos en lo inmediato, las alianzas con otros actores políticos. De hecho, aquella primera semana tras el triunfo, Milei se había limitado a dar entrevistas televisivas con aires victoriosos y a “descansar”, según contaban en su entorno. Ahora, en tiempo de descuento hacia el ballotage del 19 de noviembre, se impone la necesidad de actuar lo antes posible, para sumar las adhesiones que les faltan para derrotar a Massa.
Esos diálogos para llegar a un acuerdo electoral estarán orientados principalmente a Juntos por el Cambio, aunque por ahora aseguran que aún no dieron el primer paso para empezar conversaciones con Mauricio Macri, que enfrenta hoy una severa ola de críticas en Juntos por el Cambio, donde lo responsabilizan -en buena parte- por la derrota de Patricia Bullrich. “Más allá de lo que digan, él fue el fundador del espacio y es el ex presidente. Su voz es muy importante”, dijo un armador de Milei. “Hoy no hubo puentes, pero sí los habrá en los próximos días. Recién se digiere el resultado por parte de los actores. Tiene que pasar un poco el agua, y después se empezará a remar y a conversar”, acotaron en el comando de campaña libertario.
Los alfiles de Milei venían avisando sobre sus acercamientos con Macri desde hace semanas. Diez días atrás, uno de los referentes más íntimos al líder de LLA contaba con detalle sobre una larga charla telefónica del ex presidente con el candidato, donde el segundo le daba al primero consejos tácticos para su campaña, y asentía ante las críticas del “león” hacia Patricia Bullrich. Desde el entorno de Macri, sin embargo, negaban esas conversaciones, atentos a evitar mayores roces en el Pro; y desde el círculo libertario preferían no admitirlas oficialmente, quizá para cuidar la relación.
Pasado el mal trago de anoche, los libertarios hacen cuentas y llegan a la conclusión de que tienen serias chances contra Massa. Se apoyan principalmente en la posibilidad de retener y sumar votos del universo de votantes -superior al 60 por ciento- que no votaron a Massa. “Sin tener en cuenta a la izquierda, hay una mayoría que votó contra el kirchnerismo y el Gobierno. Esa gente tiene una vocación de cambio. Y nosotros representamos esas ganas de transformación”, sostuvo un referente de peso en LLA.
El plan, en adelante, será, por un lado, confrontar de lleno y exclusivamente contra el kirchnerismo, tal como le habían advertido a Milei que era la mejor estrategia después de las Primarias. Para eso, planean “ordenar” la comunicación. “Los votos no se buscan sólo con alianzas con la dirigencia, son de la gente. Hay que pensar bien cómo les hablamos”, deslizaron.
Justamente por el tema de la comunicación se imponían entre los libertarios, el día después de las Generales, intensos pases de factura y pedidos de reorganización interna. “Es hora de limpiar, hay que hacer caso a lo que nos dijeron los votantes”, dijo un candidato del interior, visiblemente molesto con las declaraciones incendiarias de los últimos días de Alberto Benegas Lynch y de Lilia Lemoine. El malestar con los denominados “satélites de Milei” se veía, también, en las cuentas libertarias de las redes sociales, donde inclusive hubo cruces de dirigentes con nombre y apellido. El más llamativo, entre Lemoine, la diputada cosplayer y el joven experto en comunicación digital, Iñaki Gutiérrez, que la cuestionó abiertamente.
Pero también, muy por lo bajo, se deslizaban comentarios orientados a un cambio en la estrategia de comunicación del propio líder. “Evidentemente no se puede decir cualquier cosa, ni siquiera Javier. Les damos excusas al kirchnerismo para meter miedo”, dijo un referente que hasta hace poco insistía en que a su referente no le entraban las balas y ahora cree que es imperioso moderar. El propio Milei pareció entenderlo cuando aclaró, anoche: “No venimos a sacar derechos, sino a quitar privilegios”.
La apuesta, evidente, será apostar todo a quedarse con los votos de Juntos por el Cambio de cara al balotaje del 19 de noviembre contra Unión por la Patria. A los radicales los dan por perdidos; a los macristas, adentro.