Debut complicado para el nuevo Gobierno: se viene un fuerte ajuste del dólar oficial y liberación de precios
Sin directorios aprobados en el Central y la CNV, se demorarían al menos una semana las medidas que modifican las regulaciones del mercado cambiario. La brecha caería al 40% y el avance del plan fiscal es clave para que los dólares financieros no superen los 1.000 pesos
No habrá tiempo para festejos. El gobierno de Javier Milei arranca con demasiadas presiones y distorsiones de todo tipo, producto de la herencia que deja Alberto Fernández. Ese lastre será puntualizado por el flamante Presidente en su discurso de asunción, desde las escalinatas del Congreso un rato después del mediodía de hoy.
Luis “Toto” Caputo desde el ministerio de Economía y Santiago Bausili, de su máxima confianza, desde el Banco Central, serán los encargados de atacar desde el primer día los enormes desequilibrios que amenazan con llevar al país a una hiperinflación. Desactivarla es lo más urgente y exigirá acciones inmediatas.
Por eso, se esperan desde mañana mismo importantes decisiones que modificarán las reglas del mercado cambiario. Ése será el punto de partida para todo lo demás que está por venir, incluyendo la “ley ómnibus” que se presentaría también de manera inmediata en el Congreso.
En las últimas horas corrieron versiones de todo tipo sobre el salto que tendrá el dólar oficial, pero sin confirmaciones aún. El rango de las especulaciones van desde los 650 hasta los 800 pesos. Sería un ajuste cambiario de al menos 80%, para arrancar la gestión con una menor brecha cambiaria, inferior al 40%. Ése fue precisamente el punto de partida del gobierno de Mauricio Macri
Será el primer paso hacia la unificación cambiaria, que llegaría más adelante y aún no tiene fecha. Lo que vendrá después no está claro y se irá conociendo en los próximos meses. Por el momento no está claro si Milei está dispuesto a aceptar la libre flotación del dólar como sucedió entre 2015 y 2019 o bien prefiere un esquema de tipo de cambio fijo con respaldo de reservas, una suerte de “neoconvertibilidad”.
Presiones de precios
El nuevo tipo de cambio oficial provocará en un primer momento fuertes presiones de precios, sobre todo en sectores que aún están referenciados a ese valor. El caso más claro es el de alimentos y bebidas. Por eso, las remarcaciones en las góndolas se vienen acelerando y se esperan fuertes aumentos para esta semana. Por lo pronto, ya dejará de regir el programa Precios Justos.
También habría anuncios relacionados con el funcionamiento de los dólares financieros. Se espera la eliminación de una serie de trabas para operar tanto con el contado con liquidación como con el dólar MEP. Esto permitiría, por ejemplo, que importadores que mantienen deudas con el exterior puedan conseguir las divisas en este mercado. Sin embargo, cualquier habilitación en este sentido deberá ser gradual para impedir presiones excesivas que generen un nuevo incremento de la brecha.
Los primeros pasos que deberá dar el nuevo gobierno en materia económica chocan con un aspecto formal. El Banco Central no tiene directorio y por lo tanto son escasas las medidas que pueda adoptar en las próximos días. Sin embargo, la fijación del tipo de cambio oficial sí lo puede hacer directamente la mesa de operaciones de la entidad, previo visto bueno del presidente, es decir Bausili.
Sillas vacías
Lo mismo sucede con la Comisión Nacional de Valores. Al no estar confirmadas las nuevas autoridades es poco lo que se podrá hacer de entrada. Las medidas relacionadas a despejar las trabas para los dólares financieros seguramente deberán esperar algunos días.
El impacto más fuerte del arranque de la presidencia de Milei se sentirá en los bolsillos. YPF no esperó al cambio de gobierno y aumentó hasta 30% los combustibles. Es casi un adelanto de lo que se viene especialmente en los supermercados.
La pérdida de poder adquisitivo en los meses en los próximos meses será inevitable, lo que requerirá de medidas de contención. En la Cámara Argentina de Comercio y otras entidades que agrupan comerciantes se mantienen en alerta ante la posibilidad de reclamos que puedan aparecer en la previa a las fiestas.
Mantener la paz social será uno de los temas más delicados que tiene por delante el nuevo gobierno. Los movimientos sociales y la CGT ya anunciaron que habrá planes de lucha y no están dispuestos a darle a Milei el beneficio de la duda. Todo indica que las protestas y las medidas de fuerza podrían arrancar casi inmediatamente, teniendo en cuenta además el apoyo irrestricto que el sindicalismo le dio al gobierno de Alberto Fernández y en particular a la campaña presidencial de Sergio Massa.
Nuevo récord histórico
La suba de precios llevará a la inflación de diciembre a un nuevo récord histórico, que solo será superado por la hiperinflación de 1989-1990. Aunque todavía es prematuro, la proyección indica que podría terminar cerca del 20% y que en enero -otro mes de estacionalidad alta- la suba puede llegar a otro tanto.
Luego de estos ajustes que incluye también la suba de muchos precios retrasados, empezará la verdadera batalla contra la inflación, que tocaría un pico superior al 250% interanual hacia marzo o abril de 2024.
Si todo sale de acuerdo a lo que espera Milei y el plan de estabilización que se avecina es relativamente exitoso, el índice mensual podría caer a niveles de 6% o 7% para la segunda mitad del año. Pero para eso es clave evitar que se disparen los dólares financieros, actualmente en alrededor de los $ 1000 y la brecha no vuelva a aumentar. La caída de salarios que se espera para los próximos meses seguramente actuará como un freno para futuras remarcaciones.
El enemigo
Pero el éxito del plan de Milei no depende ni de ajustar la brecha ni de sincerar los precios, sino de llevar adelante exitosamente su plan de eliminación del déficit fiscal. Aunque la enunciación es simple, se trata de una tarea extremadamente compleja: ningún gobierno consiguió en solo un año dar vuelta 5% del PBI: 3% corresponden al rojo primario y 2 puntos adicionales a los intereses de la deuda en manos del Tesoro.
Se trata, sin embargo, de un objetivo indispensable para frenar la emisión monetaria, culpable del crecimiento de la inflación de los últimos años. Allá lejos quedaron las explicaciones de “inflación multicausal” que durante años enarboló el kirchnerismo y que incluso repitió insólitamente un reciente comunicado del FMI, en ocasión del último desembolso de agosto por USD 7.800 millones.
El gobierno de Javier Milei empieza a dar sus primeros pasos y el discurso de hoy será la primera señal para determinar no solo la dirección, sino la rapidez y la determinación para avanzar. Una salida en falso puede costarle muy caro no solo a su gobierno sino también a un país que llega con una inflacion interanual de casi 200%, sin reservas en el Banco Central y una pobreza que ya está al borde del 45%.