La encuesta que expone la pulsión autodestructiva en Juntos por el Cambio y el ascenso de Javier Milei
El estudio de Synopsis confirma una acelerada declinación de la coalición opositora, con Milei como principal beneficiario. Confirma la tesis de Cristina Kirchner de una elección de tercios. Massa y la alternativa De Pedro. Números, escenarios y datos políticos clave
“Si no hay acuerdo en la provincia de Buenos Aires va a ser un caos. La pelea en el territorio puede ser terrible”. “Por qué no preguntan ahora si están de acuerdo con la libre portación de armas, recortar jubilaciones y privatizar la educación a los que coqueteaban con Milei”. Son apenas dos frases fuertes, pero no las peores, que le dijeron a Infobae dirigentes encumbrados de Juntos por el Cambio en una semana dominada por intrigas e internismo autodestructivo.
Es un clima que se viene agravando en la principal coalición opositora y que ya se está traduciendo en números que recogen diversas encuestas. La última, a la que tuvo acceso exclusivo este medio, es de Synopsis, que dirige Lucas Romero, y que revela que la declinación se aceleró en el último mes, en simultáneo al ascenso vertiginoso del candidato libertario.
Son números que confirman el escenario de tercios, la hipótesis que planteó Cristina Kirchner, protagonista central de la política y que demostró otra vez la capacidad que tiene de adueñarse del centro del ring electoral, aún diciendo que no será candidata.
Mientras se acrecienta la desorientación en Juntos por el Cambio, en el peronismo la figura de la vicepresidenta se dotó de una centralidad y potencia que podría ser clave para ordenar la interna: el acto del jueves 25 en Plaza de Mayo, de acuerdo a la convocatoria y adhesiones que tenga, la podrían terminar de consagrar, al igual que en las últimas tres presidenciales, como la arquitecta de la oferta electoral del PJ.
Con la autoexclusión de CFK -argumento de “proscripción” mediante- no se descarta que esta misma semana pueda haber algún gesto más o una definición. Los ministros Sergio Massa y Eduardo “Wado” De Pedro dijeron que no son candidatos, pero fueron elogiados por la vicepresidenta y quedaron en una imaginaria línea de largada. El incansable Daniel Scioli no se resigna a competir, al igual que otros peronistas que requieren la realización de una PASO. ¿Se va a imponer Cristina y su “consenso” o habrá competencia?
Un dato sugestivo: Aníbal Fernández, que era un hincha caracterizado de las PASO, dijo en una radio que, tal vez, sea mejor ponerse de acuerdo. “Alberto está fuera del juego. Yo sería el tipo más feliz del mundo si se pudiera encontrar un candidato que concite la atención de todos”. Y reconoció que le da “mucha pena que no esté Cristina Kirchner” como candidata, “el mejor cuadro político de los últimos 100 años”. Contradijo así a Beatriz Sarlo, que en una entrevista con Infobae dijo que le resultaba “exótico comparar a Perón con Cristina”.
En el PJ miran al 11 de junio -Tucumán y San Luis eligen gobernador- como una fecha bisagra para la definición de la unidad. Son dos elecciones, sobre todo en la tierra de los Rodríguez Saá, críticas. Las victorias le darían al peronismo más incentivos para dejar atrás la discordia. Tres días después, el 14 de junio, es el último plazo para anotar alianzas.
Encuesta y realidad
El sondeo de Synopsis -que se realizó entre 6 y el 13 de mayo, en base a una muestra de 1.631 casos, en principales ciudades y AMBA, con relevamiento mayoritariamente presencial- reveló que las diversas expresiones de la oposición tienen una intención de voto del 55,6%, mientras que el oficialismo sólo cosecha el 27,5% y los indecisos el 16,9% de los consultados. ¿Por qué números tan bajos del Frente de Todos podrían no ser tan malos?
Lucas Romero reconoció que el escenario que quedó configurado por ahora coincide grosso modo con la hipótesis de Cristina Kirchner de los tercios, aunque prefirió hablar de “tres ofertas con el mismo nivel de competitividad”. En Juntos por el Cambio, con la interna Larreta-Bullrich; el Frente de Todos, Unidad Ciudad o el nombre que fuere, con Massa/De Pedro vs Scioli; y los libertarios postulando a Milei.
Y en esa configuración aparece la principal debilidad que tiene JxC: del 33,4% de intención de voto que tenían en diciembre se desplomó y ahora están en el 26,2%, mientras que la alianza oficialista está en 24,9%, Milei subió a 17,1%, el peronismo no K registró en mayo 10,7%, y la izquierda 4,6%.
Para Juntos por el Cambio lo grave es la tendencia: mientras la coalición baja de manera persistente mes a mes, el Frente de Todos permanece entre estable y positivo y Milei decididamente al alza.
El director de la consultora que hizo la encuesta advirtió que “Milei atrapa mucho más votos de Juntos por el Cambio que del oficialismo. La relación es 3 a 1 o 4 a 1. Milei es un factor divisorio del voto opositor mayoritario y niveló la competitividad de las ofertas opositoras. El año pasado JxC duplicaba la intención de voto de los libertarios”.
“La estrategia de Milei fue inteligente porque focalizó sus críticas y su obsesión en desarmar y quebrar Juntos por el Cambio. Por cada crítica a Massa o Cristina, había 10 a Larreta. Él eligió polarizar con Larreta, apuntando a los votantes halcones, sin que tuvieran los dirigentes de ese sector de JxC una estrategia defensiva para evitar perder electorado”, explicó.
Según Lucas Romero, “para Bullrich Milei era funcional porque desgastaba a Larreta, pero no sé si pudo advertir que le estaba llevando sus propio votos”. Con esta dinámica, el jefe de Gobierno porteño tiene una ventaja mínima por sobre su rival, pero ella podría estar superando de manera cómoda a Larreta si hubiera retenido la adhesión que migró -de acuerdo con ese análisis- al líder libertario.
Son números que explican un fenómeno que se viene agravando en los últimos meses y que en la última semana tuvo un punto de inflexión con el anuncio de los precandidatos del PRO a gobernador bonaerense. Mientras persiste la indefinición en la ciudad de Buenos Aires sobre si será o no Jorge Macri el que peleará la sucesión porteña, Patricia Bullrich eligió a Néstor Grindetti como su apuesta bonaerense y no logró amortiguar por ahora la decepción con los otros que estaban anotados en la misma carrera: Cristian Ritondo, Joaquín De la Torre y Javier Iguacel.
Grindetti debería competir con Diego Santilli, el precandidato a gobernador mejor posicionado en esa interna. Pero la discusión no queda sólo ahí. Se disemina para abajo, en cada intendencia, en cada barrio del conurbano bonaerense, donde está el bolsón más grande de votos de la Argentina. “Mauricio, Patricia y Horacio se habían comprometido a cuidar los distritos, pero con este quilombo ya nadie sabe”, explicaba un operador del larretismo, que juega fuerte en el Conurbano y que teme que se abra la interna en cada municipio.
“No están trayendo votos nuevos, están rompiendo lo que había. En vez de ampliar, nos estamos achicando donde más necesitamos sumar”, explicaba otra fuente que escucha a Patricia Bullrich. En el sondeo, por ahora, Larreta le gana la interna 44 a 40, mientras que el radical Facundo Manes está con 9%.
Los límites de Milei
En la encuesta se abordó un aspecto clave que explica el crecimiento de la intención de voto de Javier Milei, que superó de manera individual a la que tenía -antes de bajarse- la propia Cristina Kirchner: 24,4% a 18,8%. Esa preferencia no sólo tiene que ver con una decantación del voto más duro de Juntos por el Cambio, quizás el más referenciado con Macri y Bullrich, sino con otras razones que esgrimen aquellos que reconocen disposición a votarlo.
Según el perfil que presentó el estudio de Synopsis, el votante libertario reconoce que lo vota por sus ideas el 40,4%. Pero la mayoría lo elige por algo distinto de lo dicho en su plataforma de campaña, que incluyó propuestas como la venta libre de armas, recortes en las jubilaciones, cambios en la educación sexual integral, anular la ley del aborto o aplicar un plan masivo de privatizaciones. El 33,1% lo elige “porque dice las cosas que hay que decirle a los políticos” y el 26% por un atributo tan simple como “porque es nuevo”.
Estos dos últimos criterios, de todos modos, le aseguran una potencialidad para seguir creciendo al mismo ritmo que se deteriore la situación económica. Cuanta más alta sea la inflación y más cueste el dólar, más chances de seguir acumulando poder político.
Pero el estudio muestra que así como tiene enormes chances de pasar a segunda vuelta, sea con el candidato de la coalición oficialista o quien gane en Juntos por el Cambio, sus chances de ganar en una segunda vuelta se vuelven más esquivas. Con proyección de indecisos, Milei perdería en un balotaje con Massa (50,5 a 49,5%), con Larreta (54,8 a 45,2%), y con Bullrich (52,7% a 47,3%). Romero aclara que se trata de resultados exploratorios, no predictivos. “Las dinámicas de las elecciones tienen impacto en la segunda vuelta”, advierte.
Por otra parte, la encuesta abordó uno de los temas de mayor impacto en la agenda pública que impuso el diputado libertario, que puso a debatir a la política y los medios: la dolarización. “Está de acuerdo o en desacuerdo con la idea de que hay que dolarizar la economía para solucionar los problemas económicos del país”, preguntó Synopsis. ¿El resultado? Sólo el 29,5% está muy de acuerdo o de acuerdo, mientras que el 61,8% estuvo poco o nada de acuerdo.
Milei, sin embargo, no es elegido por sus seguidores por las ideas de gobierno, sino porque es el martillo más pesado para romper un sistema que -sobre todo para los varones jóvenes de clase media y media baja, que son su principal electorado- no logró proveer de bienestar, progreso ni un futuro previsible. Es la casta.
Cristina, Massa y De Pedro
La encuesta nacional de Synopsis dejó en claro la centralidad de Cristina Kirchner, sobre todo por su potencial electoral. Con 18% de intención de voto, la vicepresidenta dejaba al Frente de Todos primero con el 30,4% de los votos. También computaba a Sergio Massa, De Pedro y Scioli. Detrás quedaba JxC con el 28,2% y por último Milei, con el 24,4%. Sin ella, el FdT quedaba en segundo lugar, con el 24,6, mientras que la coalición opositora se ponía primera, con el 26,2%. En ese escenario, unos votos de CFK se iban a Milei (que pasaba a 25,2%) y se aumentaban los indecisos 2,7% y la categoría “otros” 1,6%.
Con este panorama, Romero entiende que “el escenario ideal para el Frente de Todos es llegar a un balotaje con Javier Milei, porque está situado en el extremo opuesto y es el que le permite disputar los votos más centristas, que podrían inclinarse por un votante oficialista sólo si lo que está enfrente le genera mucho más rechazo”.
En este punto es que se entienden dos de los últimos movimientos de Cristina Kirchner: primero exponer públicamente que el oficialismo debe asentarse en el electorado propio, el actual y el que se perdió por el decepcionante resultado del actual gobierno; y elegir a Javier Milei como rival, para así dejar en el camino a Juntos por el Cambio.
El director de Synopsis de todos modos subrayó que una elección de segunda vuelta -que en Argentina en los hechos implica de tres instancias, debido a que las PASO hacen las veces de prematura e incompleta primera vuelta- lo que ocurre en la campaña, en los resultados y en las actitudes que toman los protagonistas modifican el resultado final y cómo llegan los candidatos a la “batalla final”.
Así, los que correrían con más chances son los que elija Cristina Kirchner para disputar en el mano a mano con el líder libertario. Massa y De Pedro, en la entrevista con C5N fueron mencionados y quedaron posicionados para una definición.
La encuesta de Synopsis acercó para esa resolución un dato clave: el 52% de los votantes de Cristina Kirchner tienen de Massa una imagen entre buena y muy buena; el 34,6% regular; y sólo el 9,4% muy mala o mala. Más allá de las críticas de sectores más ultra cristinistas, 9 de cada 10 votos de votantes de la vicepresidenta podrían ser retenidos por el ministro de Economía.
Y sobre De Pedro, la identificación sería más plena, porque en él se ajusta más la definición de “hijos de la generación diezmada” de los años 70 que ella cree que deberían “tomar la posta” y seguir su legado. Como hijo de desaparecidos y dirigente con fuerte predicamento en La Cámpora.
En la provincia, que discute si desdobla o no las elecciones y si Axel Kicillof busca la reelección o salta a la carrera nacional, se multiplicaron las pintadas que promueven la postulación del ministro del Interior. “Wado De Pedro Presidente, Cristina Kirchner Conducción”, sería un eslogan de campaña. Al menos eso se leía en un paredón al costado del Acceso Oeste, en Moreno, tierra gobernada por Mariel Fernández, del Movimiento Evita. Todo tiene que ver con todo.
Allí saben que desdoblar la elección quitaría del medio el factor clave que tiene el centro de gravedad del cristinismo: la candidatura de Milei, que le arrebata a Juntos por el Cambio parte de su potencia electoral.