Francisco denunció que la violencia sobre las mujeres «es una llaga abierta en todo el mundo»
La denuncia del Papa se dio mientras recordaba su reciente viaje apostólico por Budapest y Eslovaquia, en donde homenajeó a la beata Anna Kolesárová, asesinada por un soldado soviético al resistirse a una violación en 1944.
El Papa habló sobre la violencia sobre las mujeres.
El papa Francisco calificó este miércoles como una «llaga abierta» a la violencia sobre las mujeres de todo el mundo.
«La violencia sobre las mujeres es una llaga abierta en todo el mundo», denunció el pontífice durante la Audiencia General que encabezó este miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano.
La denuncia del Papa se dio mientras recordaba su reciente viaje apostólico por Budapest y Eslovaquia, en donde homenajeó a la beata Anna Kolesárová, asesinada por un soldado soviético al resistirse a una violación en 1944.
«Fuerte y profético es el testimonio de la beata Anna Kolesárová, joven eslovaca que a costa de su vida defendió la propia virginidad contra la violencia: un testimonio más actual que nunca, lamentablemente», lamentó Jorge Bergoglio.
Durante su encuentro con los fieles, el Papa también calificó como «dictadura y persecución» la época en la que Eslovaquia, entonces como parte de la República Checa, estuvo bajo la ocupación soviética.
Francisco pidió este miércoles a los líderes conservadores europeos que no usen las «raíces cristianas» del continente para justificar «intereses de prestigio y poder».
Al recordar el viaje que hizo la semana pasada a Budapest y Eslovaquia, el pontífice se refirió a las «raíces de fe y vida cristiana» que encontró en su visita.
En ese marco, y en continuación a los mensajes que había enviado durante el viaje en la misma dirección, el Papa planteó que esas raíces «deben ser custodiadas: no como exposiciones de museo, no ideologizadas e instrumentalizadas por intereses de prestigio y de poder, para consolidar una identidad cerrada»
«No. ¡Esto significaría traicionarlas y esterilizarlas!», añadió Jorge Bergoglio durante la audiencia general que encabezó en el Aula Pablo VI del Vaticano.
El reclamo tiene como destinatarios principales a los líderes conservadores europeos, como el premier húngaro Viktor Orban, que suelen justificar con el cristianismo y sus supuestas «raíces» una serie de políticas antiinmigratorias y homofóbicas opuestas a las líneas que marca el Papa.